Amor y apego

08.11.2014 09:57

La usurpación más obscena y desgraciada de estos tiempos, sino de todos, es sin dudas la que ha hecho el apego, ocupando el lugar del amor.En algún momento, quizás de manera gradual, fue sucediendo que este audaz impostor se ha hecho confundir con el poderoso sentimiento, causando que nos permitamos llamar amor a un conjunto de necesidades básicas que no  guardan la menor relación con la plenitud que se experimenta cuando uno logra actuar como vehículo del amor.

Pero así sucedió, el apego ocupó sin vergüenza alguna el inmerecido lugar, y los poetas le cantaron, los escritores lo homenajearon con sus historias y en general todos los artistas le rindieron reverentes honores, elevando a la categoría de sublimes a los sentimientos y acciones más egoístas, en nombre del bastardeado amor.

Y la consecuencia más triste de todas: terminamos por asumir sin cuestionamientos la demente idea de que el amor puede hacernos sufrir.